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Mostrando entradas de febrero, 2015

Orgulloso de ser socialista

Hace  unos cuantos meses, cuando ya era patente mi vuelta al PSOE, y público mi lamento por haber contribuido a la victoria del PP en Numancia contribuyendo en cierta medida a la disgregación de la izquierda, tuve un breve e interesante diálogo con el actual alcalde de mi pueblo.Me vino a decir que era patético mi intento de pedir disculpas y mi vuelta al redil socialista; concluyó diciéndome "sois todos como Lorenzo, sois todos unos lorenzos". Evidentemente, lo que él pretendió fuera un insulto, se convirtió en mis oidos en un verdadero elogio, porque no ofende quien quiere, sino quien puede, y desde luego no puede quien no llega ni a la suela de los zapatos del aludido. Cuando insultas a un socialista por el hecho de serlo, me estás insultando a mí; cuando difamas a un compañero para obtener rédito político, difamas contra mí; si denuncias falsamente a una concejala socialista, me estás denunciando a mí. Y eso no lo voy a consentir. No vamos a cejar en el empeño de limpia

¿Arriba y abajo?No. izquierda y derecha

Siempre he desconfiado de los adalides del fin de la historia, de los defensores de la desideologización de la sociedad. Ahora, los éticos incorruptos del sur de Europa nos avisan de que ellos no promueven la dicotomía izquierda/derecha, sino la lucha de los de abajo contra los de arriba. Y yo os pregunto:¿Quién ha defendido tradicionalmente a los de abajo si no han sido los partidos de izquierda?¿Qué era la lucha de clases sino una lucha entre los de abajo y los de arriba?Así pues, que no nos hagan creer que han inventado la pólvora. En el mundo habrá izquierda y derecha mientras haya quien defienda los privilegios de unos pocos y quien quiera extender el bienestar a toda la población. Yo no apoyaré a nadie que hable de esta lucha entre los de arriba y abajo como un combate, probablemente para que cuando los de abajo estén arriba haya el mismo número de nuevo abajo. Yo deseo una sociedad en la que los de abajo vayamos subiendo a base de redistribuir la riqueza que genera la socieda

Desde mi coche

Circulando en mi coche por el centro de la ciudad, me detengo ante un semáforo en rojo. En la espera me entretengo observando a las personas de la calle, como a través de una gran e hiperrealista pantalla de cine Una pareja camina abrazados por la cintura, amantes y amados, quizá reconciliados tras una dura discusión, o ignorantes de la ruptura próxima a llegar. Unos niños discuten atrincherados cada uno a un lado de la frontera que representa su madre, la cual trata de mandar mensajes con su telefono móvil, conectada a una realidad virtual que la aleja de la esta realidad que yo observo. Un hombre cubierto con sombrero espera el autobús, con la mirada, y quizá la mente, perdida en el horizonte. Al sentirse observado vuelve la vista hacia mí, y yo , descubierto, evito su mirada. Tras unos segundos , vuelvo a mirarle, y entonces el sorprendido es él, que ya no sabe si me mira porque le miro, o yo le observo porque él lo hizo primero. Si mi imaginaria cámara abriera el objetivo, y a