En cada año nos dejamos jirones de la piel, jirones de la vida , enganchados en las aristas del dolor y la pena, Pero son tantas las cosas buenas que deberían equilibrar las malas, aunque se trate de pérdidas irreparables. La vida fue un regalo que nos dieron aquellos que muchas veces ya no están, y nos la dieron para ser vivida. La vida debe ser una fiesta , una aventura, un instante de luz en medio de la eterna oscuridad. Por eso este año lo viviré como siempre, con la ilusión con la que se vive el primero pero también apurando cada instante como si fuera este el último que pueda sonreir cada mañana. El dolor es muchas veces inmenso, la ausencia tremendamente sonora, pero aún lo es más la luz de la mirada de quien me ama desde hace siglos, y el silencio es roto por la pequeña, frágil voz de quien me llama a cada momento. En esta noche, solo deseo que tú también tengas un año lleno de sueños cumplidos.