De verdad que lo intento. Intento dejarlo pero no puedo. Con lo fácil que sería dedicarme a mi trabajo, a mi negocio, a mi familia. Con lo que amo a mis hijas, y lo corta que es la vida, qué sencillo sería dedicarles cada segundo que me queda de vida.Pero no puedo hacerlo. Porque ser socialista es una forma de vivir, y allí donde haya injusticia, debe haber un socialista luchando contra ella. Leo muchas veces a personas que se preguntan que tendrá la política para que no nos apartemos de ella. Yo les digo , que en mi caso, es la responsabilidad de enfrentarme a quien no busca el bien común, sino el particular y/o partidista. No cedamos, no flaqueemos, no nos rindamos ante las presiones , porque nos asiste la altura de nuestra generosidad. Aún hay muchas injusticias que reparar.