Vestida de novia, frente al espejo, vio su reflejo abrazado por su madre que le susurraba al oído : nunca olvides a esta mujer que ahora eres y ves en el espejo. Ahora, treinta años después, observa a su hija, recordando aquel consejo que le dio su madre, y que pronto cayó en el olvido ; tantos sueños rotos, tantas ilusiones perdidas. Solo le queda en su memoria aquella imagen de esa chiquilla inocente y soñadora. Ahora se acerca a su hija, vestida ya de novia y le susurra al oído : nunca olvides a esta mujer que ahora eres y ves en el espejo