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Mostrando entradas de enero, 2023

La memoria del baile

Sonaba la música de baile en la fiesta mientras unas pocas parejas bailaban lentamente en el centro de la pista. Él se mantenía sentado en una silla, mirándola permanentemente, de manera que pareciera que no la miraba de ninguna manera. Alzaba los ojos hacia ella, hasta el momento justo en que ella desviaba su mirada hacia él, y entonces desviaba su vista hacia cualquier punto del horizonte. Ella sonreía , desvelando el secreto de ese juego que se repetía sábado tras sábado. Pero ese día iba a ser distinto. esa tarde de sábado un súbito impulso le levantó de la silla y guió sus pasos hasta el lugar que ella ocupaba en la sala de baile. Tendió su mano derecha hacia ella, y le preguntó muy educadamente si le concedía ese vals; ella aceptó gustosamente , Mientras bailaban él le susurró al oido que era la mujer más hermosa que jamás había conocido y que su corazón se pararía en ese instante si ella rechazaba seguir bailando con él hasta la eternidad Y esa promesa es la que cumplía ella en

La vida ahora

Ella está al acecho cada día. Solo espera un fallo, un descuido, una mala decisión. Hasta ahora no ha podido, pero es cuestión de tiempo que te alcance. Cuestión de tiempo , de azar y de probabilidad. Por eso, cada día es un milagro. Por eso, a mí me basta con ver tu sonrisa cada mañana; a mí me basta con ver tu risa cada tarde; a mí me basta con ver tu sonrisa cada noche. Seamos siempre los niños que quedaban a la puerta del Metro cada tarde de sábado.Seamos los niños que volvían a casa en el buho de Cibeles. Seamos los niños que pasaban el rato tomando un café en los Austrias. Confía en mí. Deshagámonos de lo superfluo. Abandonemos en la orilla lo superficial y dejemos que el agua nos desnude la piel. Dejemos fluir la vida sin artificios, sin equipaje. A mí me basta con reposar mi cabeza en tu regazo, y dejar que mis labios reconozcan la geografía mil veces recorrida. La vida es ahora. Después, la nada. La vida es el milagro. Nada más importa. Abrázate a mi. Seamos siempre los niños

El barrio

  Soy un chico de barrio, de un barrio como otro cualquiera de Madrid. Ésta era nuestra casa, en el último piso. Recuerdo los partidos eternos en la cancha del parque; el escondite, el rescate, el silbido de mi padre para subir a casa. El telefonillo : "¿bajas?" Las partidas a la escoba y al ajedrez en la Keller, los sábados por la tarde, con Javi, Joaquín y Fran. Los primeros amores, siempre tan inocentes como fugaces. Los primeros asaltos a las prohibiciones de nuestros padres que nos hacían sentir tan héroes como villanos. Los veranos , largos siempre, eternos a veces, viendo como unos iban y otros venían de sus vacaciones. "Me bajo a la plaza a sacar a las perras " " No tardes" " No mamá, subo enseguida "Y ella sabía porque huía de casa, y yo cobarde, la dejaba sóla frente a su derrota. Recuerdos de aquellos miedos que nunca se irán del todo de mi corazón. Pero fui un niño, feliz , en mi barrio de Madrid. En mi barrio, Batán, del que un día

Ahora

Ahora que ya no busco tus ojos entre clases, que no te espero a la salida del Metro Ahora que no te beso furtivo en el coche , que no te desnudo bajo la ropa en ningún parque Ahora que no tengo frío al llamarte por teléfono Ahora cuando se acerca la noche es cuando he aprendido a amarte