Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2019

Hacia Lorca

Hay tres palabras que leídas seguidas convierten mis ojos en lágrimas Tres palabras que escuchadas una detrás de otra convierten mi corazón en una bandada de golondrinas Federico García Lorca Y si Federico es nombrado de manera repetitiva por los actores y actrices de La Joven Compañía en la escena final, el tiempo se detiene en un éxtasis indescriptible, en el que no quieres que todo acabe aunque ya lo intuyes, no quieres que la luz se encienda y el universo descubra que tus ojos están arrasados. Esta noche hemos asistido a esta monumental puesta en escena. Hemos seguido sembrando semillas de cultura y teatro en sus corazones , de libertad, de tolerancia, de amor. Germinará, sé que germinará tarde o temprano. Ese es nuestro legado, nuestra herencia. Cada vez que me acerco a Lorca, me invade una inmensa rabia y frustración, por la vida que segaron , y por el legado cultural que se perdió en una cuneta de Granada. En la obra de hoy, nos han vuelto a poner ante el espejo de nuest

Dolor

Me quedé vacío una noche de mayo. Roto, mirando sin mirar a un teléfono que ya no sonaba y aún así nunca ha dejado de sonar. Pensé,  ignorante, esto es el dolor absoluto. Nada lo puede superar. Y así, relativicé mi vida y ningún dolor merecía ser llamado dolor. Huida permanente hacia adelante, búsqueda ansiosa de la felicidad. Ahora voy descubriendo la verdad. Voy intuyendo la verdad. Y la verdad es que no tengo ni puta idea de lo que es el verdadero dolor. Y lo intuyo. Y no quiero conocerlo. Ya sólo tengo un sueño en esta vida. Sólo un ruego. Morir yo el primero.

Felicidad

Busqué toda la vida la felicidad La busqué atravesando mares que no eran mares que eran ilusiones La busqué surcando océanos que no lo eran que eran ensoñaciones La felicidad no estaba lejos, sino al alcance de mi mano allí donde no sabía encontrarla donde ella me esperaba La felicidad no estaba a años luz de mi oscuridad sino en el día que amanecía cada día en el día que terminaba cada día La felicidad no se veía Pero se escuchaba. Se leía Estaba en aquella canción que me rasgó el corazón como papel de seda En aquel cuento que alguien escribió para mí como si fueras tú. Un día , por fin , la felicidad me contó la verdad. Me dijo que ella era el sentido de la vida En la belleza de las cosas en la música que nos hace auténticos en el libro que nos descubre la vida en el paisaje pintado al óleo por cientos de años turnándose en la elaboración. Busqué años la felicidad y solo tenía que dejar libre a mi corazón dejarle llorar sin dolor lágrimas mansas , que brota

Feminismo

Nací entre mujeres; me crié entre mujeres ; estudié entre mujeres ; trabajo entre y con mujeres ; y , sobre todo, vivo con tres mujeres. Lamento no tener al menos una pequeña parte de vuestros valores, de vuestro coraje, de vuestra capacidad. La historia, vuestra historia, es una historia de vejaciones, de sumisiones, de humillaciones, de violaciones. La mitad de la humanidad abusando de la otra mitad. Se va avanzando. Poco, muy poco. Porque no solo hablamos de España, sino que debemos hablar del planeta en su conjunto. Y hay que luchar , claro que sí. Aunque ladren los bárbaros, y las bárbaras. Y os sigan llamando histéricas, locas, aprovechadas. Como se lo llamaron a tantas otras antes de a vosotras, con la única excusa de mantener privilegios ( ellos, porque ellas sinceramente aun no entiendo por qué lo hacen ) Se olvida que hasta hace unas décadas llevar pantalones era símbolo de ser un marimacho, por poner un ejemplo simple y pueril. Lucharemos, seguiremos luchando. Porque n

Aunque tú no lo sepas

Aunque tú no lo sepas me cambiaste la vida me enamoré de tu alma me enamoré de tu risa Aunque tú no lo sepas me levanto cada mañana tejiendo caminos que a casa te devuelvan Aunque aun no lo sepas aunque yo si lo sé no aprendo a vivir sin ti ya aprenderás por qué Aunque tú no lo sepas me acuesto cada noche soñando que por la mañana tu voz aún me responde Aunque tú no lo sepas no he sido nunca tan feliz como cuando tu risa enseñó a la mía a reír

Conciencia

Uno no sabe el daño que hizo cuando fue hijo hasta que no le golpean como padre. No sabe el dolor que inflingió hasta que no le hieren de muerte el corazón.