Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2023

Frio en el parque

Hacía frío en el parque ( de mi barrio, del tuyo, de cualquiera) pero mis manos te desnudaban sin quitarte la ropa. Mis dedos acariciaban tu piel, ardiente a pesar de la gélida noche. Hacía frío, y el vaho de mi aliento inundaba tu cuello como la niebla cubre las marismas al amanecer. Hacía frío y ni tú ni yo lo sentíamos. Hacía calor en el parque ( de tu barrio, del mío , de cualquiera ) y el sudor lubricaba mi cuerpo sobre el tuyo, el tuyo sobre el mío. Hacía calor el primer día que mis labios callaron a los tuyos. Hacía calor un año después, en un hostal de la calle Fuencarral, celebrando la fecha con un menú de hamburguesería introducido a hurtadillas en la habitación. Hacía frío. Hacía calor. Sólo teníamos nuestras manos. Nuestros labios. Nuestros cuerpos. Como hoy. Solo me interesan tus manos. Solo deseo tus labios. Solo me sosiego abrazado a tu cuerpo. Me pueden quitar todo. Pero que no me falten tus manos. Que no me falten tus labios. Que no me falte tu cuerpo. Porque entonces

Carta a unas hijas.

 ¿Donde estaba el manual de instrucciones mientras tomábamos decisiones que no sabíamos que eran decisiones? Cómo íbamos a saber que había otros caminos, si entre la espesura del bosque no se intuían otros senderos. Cómo íbamos a saberlo nosotros que sólo sabíamos correr hacia adelante, tratando de avanzar a cualquier precio, sin atrevernos a mirar atrás, huyendo de nuestras realidades, de nuestros miedos, de nuestros traumas. Huyendo de nuestros vacíos. Cómo íbamos a saber entonces ( lo sabemos ahora ) que aquella huida nos llevaría a vuestras realidades, a vuestros miedos, a vuestros traumas, a vuestros vacíos. No, no había manual de instrucciones. Solo uno de supervivencia escrito día a día, noche a noche, miedo a miedo. Y no, no había miles de opciones que elegir. Solo inmenso deseo de que no sufrierais, de que no tuvierais que recorrer nuestro calvario.  Yo solo quería lo mejor para vosotras. Y hubo que pagar un peaje. Porque ya sabéis que en la vida no hay nada gratis. Y los sueñ