Una mujer está dando a luz en Getxo. Nacerá su segunda hija. Crecerá sus primeros años rodeada de montes, acunada por el mar Cantábrico, feliz montada en su bicicleta recorriendo caminos surcados de árboles, viviendo aventuras entorno a una fuente llamada Iturgitxi. Empezará a sentar las bases de la mujer que llegará a ser. La infancia es nuestra patria. La infancia nos marca, forja nuestro carácter, y también nos llena de traumas. La vida avanzará, con su aullido salvaje. Vivirá su adolescencia en Zaragoza. Se enamorará por primera vez. Irá descubriendo los entresijos de la vida. Por fin llegará a Madrid, a tiempo de dar rienda suelta a su vocación. Y al Destino en el que ella siempre creerá. Llegará a tiempo de encontrarse con él, al que sabe que lleva siglos unida. Todo necesita su tiempo. Todo necesita su aprendizaje. Su momento. Las olas van y vienen, se acercan y se alejan. Nunca se van del todo, y cuando parece que lo han hecho, de repente emergen con toda su fuerza e inundan