Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2022

Solo en la carretera

Se quedó solo en aquella carretera. Sólo con los recuerdos de media vida junto a ella. Sólo con el olor de su ropa, sólo con el estruendo de su silencio, con su cuerpo inerte junto a él. Ya nadie iría a buscarle a los bares para que dejara de beber; ya nadie lloraría en silencio su pena, nadie se moriría de dolor para no abandonarle; ya nadie escondería su infierno a sus hijos. Sólo le quedó una huida hacia adelante; incapaz de vivir sin ella, incapaz de quitarse la vida, hizo todo lo posible para que la muerte llegara antes de lo debido. Ya nadie fue a buscarle a los bares. No valoró, y quizá nunca lo supo, el dolor , el daño que a su alrededor causaba. A sus hijos les hubiera bastado con llegar a casa cada día y encontrarle allí, sonriente, quizá viendo la tele, quizá haciendo una tortilla de patatas, quizá mirando por la ventana, recordando su vida con ella, o recomponiendo los pedazos de su corazón para seguir viviendo. Pero buscó la muerte, lentamente, vaso a vaso, cigarrillo a ci

Jugar

  Nunca dejé de ser un niño. Aquel niño que se pasaba las horas en la calle, jugando con los amigos. Primero en el parque, en la arena, jugando a las carreras de chapas. Al rescate, Al escondite. A quel niño que se pasaba las tardes jugando en la cancha del barrio al fútbol. Nunca le abandoné. Seguí jugando. Sobre todo al futbol. En la regional madrileña. También en la Facultad de veterinaria. La vida la entendí como un juego. Y la entiendo así a día de hoy. Nunca me gustaron los dramatismos , impostados o no. Nunca me gustó la (fingida e impuesta ) seriedad. Nunca me gustó que me dijeran que ya tocaba dejar de ser un niño. Que ya tocaba dejar de jugar. Nunca me gustó que me dijeran que había que dejar de reír, dejar de correr, dejar de saltar, dejar de mancharme las manos en la tierra, dejar de romper las rodilleras en el parque. Sigo tomándome la vida como un juego. Sigo relativizándolo todo. Sigo surfeando las olas del dolor con una sonrisa en la mirada. Los nudos de las corbatas me

Vuelas

  Eres un ave que estira sus alas por primera vez, ensayando largos vuelos que pronto realizarás. Aún insegura, vuelves tu mirada hacia mí para comprobar que vuelo a tu vera protegiendo tu inexperiencia. Cuando te marches para cruzar marismas, mares , océanos, buscando tu lugar, creerás que ya no vuelo a tu lado. Pensarás que no estoy bajo tu vuelo para recogerte en mis brazos cuando caigas, y no sabrás que son mis brazos los que te cobijan. No sabrás que mis labios siempre estarán preparados para enjugar tus lágrimas. Pensarás que nos son mis brazos, que no son mis labios, que no son mis ojos. Pero serán siempre mis brazos, mis labios, mis ojos, los que te protejan, los que te besen, los que te admiren. Aunque pienses que ya no vuelo junto a ti.

Nostalgia de donde nunca has vivido

¿Puede añorarse lo nunca vivido? ¿Puede sentirse nostalgia de donde nunca hemos estado? La vida, cuando se completa, es como un palíndromo. Acabamos siendo los mismos niños que un día fuimos. Yo ya estoy iniciando ese proceso. Y me gusta más representar aquel papel. La vida adulta sepulta bajo escombros las inocencias de los seres ilusos que piensan que sólo se trata de ser felices. De mayores está prohibido hacer cosas por el placer de hacerlas. Todo tiene que tener un orden, todo un por qué. Nada puede ser gratis, todo ha de suponer un sacrificio, una renuncia. Ser feliz está mal visto, es una falta de decoro. Hay que contestar : tirando. Ni se te ocurra : de putísima madre. Tengo nostalgia. Siempre la tuve. Desde niño. Nostalgia del niño. Nostalgia de sus sueños. Nostalgia de sus sentimientos. Mi padre era hijo de vasco y turolense. Nació en Madrid. Siempre se sintió vasco. Mi madre era hija de toledano y madrileña. Nació en Madrid. Desde que conoció Euskadi se sintió vasca y del

Los sueños

Los sueños se alcanzan. Las promesas se cumplen Los sueños se persiguen. Se pelean. Se sueñan. Los sueños se sueñan. Y se cumplen. Como las promesas. Los sueños se hacen realidad. Ese es el momento de volver a soñar.

Mi fragilidad

No esperes de mí que sea un héroe; en realidad, soy más bien frágil. Mi vida está llena de miedos, de sombras, de dolor. No esperes de mí que sea fuerte; me escondo en mi fragilidad. Pero estás tú para cuidar de este niño en el cuerpo de un hombre, para recoger los pedazos rotos de mi fragilidad, y volver a recomponer mi entereza impostada. Estas tú, para que me mire en tu espejo, y me vista con el traje del optimismo y la alegría que esconderá mi debilidad, mi fragilidad. Es de noche. En la cama, tú duermes. Yo no. Y me asalta el deseo de despertarte con mis labios que se convierten en besos para tu cuerpo. El ritmo de mis lágrimas se acompasan al de tu respiración mientras llego a la conclusión de que no tengo vida suficiente para reparar todo el dolor que te provoqué, para devolverte todo el amor que me regalaste,convencido de que tú eres la razón de que este viaje sea maravilloso. Duermes a mi lado. Y mis manos se detienen a un centímetro de tu cuerpo, decidiendo si se estremecen

La señal era la luz

La señal era la luz, o mas bien la ausencia de ella. Cuando se apagaba en la ventana del dormitorio de su padre, sabía que era el momento de subir a casa, que ya no se encontraría ninguna discusión, ni a la persona que le suplantaba en las noches ebrias. Había afinado el oido hasta el extremo de saber cuando sonaban las llaves al otro lado de la puerta, para que le diera tiempo a huir a su cuarto, y esconder bajo la almohada la cabeza , el miedo y la rabia. Se propuso ser feliz , pensando que sólo había futuro; y éste llegó, y aunque lo había imaginado de otra manera, en la habitación de un hospital le dijo que ya era licenciado, pero que no sabía si gracias a él, o si a pesar de él. Le rompió el alma tantas veces, y el corazón tantas otras. Tiempo después, en otra habitación de otro servicio del mismo hospital, le miraba mientras le acariciaba por última vez el pelo, y le daba las gracias por lo único que le importaba, la vida y el futuro que aún seguía ahi, llegando a cada momento.

Cuando me miran

  Me miran. Y me derrumbo. Me piden cualquier cosa. Y me derrumbo. Vivo para hacerlas felices. Amo lo que les haga felices. ¿Por qué han de sufrir? Ya sufrí yo todo lo que debían sufrir ellas. Ya sufrieron hombres y mujeres antes que ellas. Ellas no deben sufrir. Solo quiero que sean alegres. Que conozcan la alegría. La felicidad Conocerán el dolor. Pero que no lo busquen. Y aun en el dolor, que no pierdan la alegría. Me miran. Y me derrumbo Veo al bebé que fueron. Lo abrazo. Lo beso. Anclé aquel recuerdo en lo más profudo de mi ser. Anclé su olor en mi pituitaria. Anclé el sonido de sus gemidos en lo más profundo de mi tímpano. Y su mirada en mi retina. Nunca fui tan feliz. Nunca como con ellas a mi lado. Y cada vez que me miran, me derrumbo.

La larga noche

Cuando llegue la larga noche abre las ventanas Arda mi cuerpo y vuelen libres mis cenizas sobre vuestras manos Arda este cuerpo que surcaron tus labios ávidos del elixir del placer este cuerpo sobre el que tus manos trazaron líneas en busca de preguntas sin respuesta Abre las ventanas y las puertas celebra la vida que me llevó hasta ti la vida que vivirás sin mí que vivirás por mi Cuando la pena de la larga noche te inunde abre los brazos y abraza sonríe, feliz, serena a mi recuerdo que estará contigo Acaricia el mar que será mi piel escucha al viento susurrar mis palabras de amor desnuda tus pies sobre la hierba fúndete con los árboles, raíces de mi ausencia y de mi presencia Cuando la larga noche me arranque de cuajo celebra que viví ebrio de ti.