Los ciudadanos y ciudadanas de Numancia de la Sagra han votado mayoritariamente a las fuerzas de izquierda de nuestra localidad, siendo entre éstas el PSOE la opción mayoritaria con gran diferencia.
A la derecha, se ha quedado en solitario el Partido Popular. Y este mandato es el que debería ser respetado por el conjunto de fuerzas progresistas. Yo, como vecino, no entendería que con esta gran diferencia entre las fuerzas de izquierdas y la derecha, se dejara gobernar al Partido Popular en minoría.
Es responsalidad de estos partidos progresistas entenderse, porque así se lo demandan los ciudadanos, lo contrario, podrían entenderlo los electores como fraude moral. Evidentemente habrá diferencias en distintos puntos, pero no debería haberlo en el fondo, y deben primar los intereses generales de los ciudadanos, que demandan un gobierno estable, sólido, y de izquierdas.
El Partido Popular hace bien en tratar de hacer valer su condición de partido más votado, pero la democracia es un juego de mayorías, y será el partido que consiga articular tal mayoría el que gobierne. El PP ganó en número de votos estas elecciones, pero las caras y actitudes de sus dirigentes y simpatizantes transmitían lo contrario, puesto que son conscientes que la izquierda social ha ganado en Numancia. En su fuero interno esperaban, y hacían bien en ello, que se repitieran los resultados de hace cuatro años; pero no conviene enterrar al PSOE antes de tiempo. Este es un partido centenario, y lo que no han podido destruir guerras y exilios, no lo iba a conseguir unas cuantas mentiras e infamias.
Este partido, el PSOE, tiene un capital ingente, magnífico: sus militantes. Gente dispuesta a sacrificar algo más que su tiempo para defender los intereses de la mayoría, para transformar esta injusta sociedad. Y esta agrupación va a hacer todo lo humanamente posible para que el próximo gobierno de Numancia sea progresista; un gobierno liderado por nosotros, pero en el que deben tener cabida todas las demás opciones de nuestro pueblo que desean acabar con estas políticas de recortes, de injurias, de intereses personales que representa el PP .
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