Me las imagino en el colegio, preocupadas por sus grandes problemas, debatiendo con sus iguales. Asustadas por este examen, ilusionadas con las cercanas vacaciones. Me las imagino en su pequeño mundo, felices sin saberlo, tranquilas sin saberlo, protegidas sin saberlo.
Y me viene a la memoria ese olor a serrín en los pasillos en los dias de lluvia; y el olor a lapicero recién estrenado, y el aroma del estuche al abrirlo al llegar a clase.
Y recuerdo el sabor del bocadillo con el que me esperaba mi madre a la salida por la tarde, y la luz del otoño al pasear camino de casa.
Ahora, me aferro a su infancia, como manera de revivir la mía, ya tan lejana. Me agarro, con uñas y dientes, a esta segunda oportunidad que me da la vida en forma de su vida.
Como si no hubiera mañana, vivo a la par que revivo en ellas el niño que un día fui, y que no he abandonado del todo.
Y me viene a la memoria ese olor a serrín en los pasillos en los dias de lluvia; y el olor a lapicero recién estrenado, y el aroma del estuche al abrirlo al llegar a clase.
Y recuerdo el sabor del bocadillo con el que me esperaba mi madre a la salida por la tarde, y la luz del otoño al pasear camino de casa.
Ahora, me aferro a su infancia, como manera de revivir la mía, ya tan lejana. Me agarro, con uñas y dientes, a esta segunda oportunidad que me da la vida en forma de su vida.
Como si no hubiera mañana, vivo a la par que revivo en ellas el niño que un día fui, y que no he abandonado del todo.
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