Y es que conociéndome como me conozco, es muy probable que llegue con retraso a mi propio funeral.
Por eso os doy unas pautas para que vayáis haciendo mientras llego.
Lo primero de todo, me gustaría que no fuerais; os aseguro que no os lo voy a tener en cuenta, no os dedicaré ningún reproche.Pero como sé que no me haréis ni caso, me gustaría que fuera un funeral a la irlandesa. Nada de velar al muerto; reuniros en casa, bebed cervezas, raciones de quesos, muchas variedades de quesos, y besaros, amaros, reíros con mi recuerdo. Os quedará la vida, esa que ya no tendré, y no quiero que desperdicieis ni un minuto en lamentaciones.
Hubo un tiempo que pensaba en dejar dicho que hacer con este cuerpo que aun hoy respira, pero bien mirado, ahora me da un poco igual. Dejo a vuestra elección que hacer con él, hasta podeis llamar a un sacerdote si eso os reconforta.
Eso sí, a pesar de lo dicho, sí me gustaría que me cubrierais con una bandera como último homenaje; pero claro , ¿cual ? Pues ponéis las tres y así no nos quedamos con la duda.
Leed unos poemas, para recordar lo pestiño que soy cuando me empeño en recitaros los que más me gustan. Y poned música por favor, cantad alto , que pueda oiros.
Si este funeral llega demasiado pronto, Dios no lo quiera, arropad a mis hijas, al menos hasta que sean ellas mismas madres, y alcancen ya a saber cual es el verdadero amor, el que rompe el corazón, el que da sentido a la vida, el amor incondicional, el que llega para ya no marcharse jamás. Y no les hableis de un hombre bueno, que como decía mi madre " Dios nos libre de la hora de las alabanzas".Contarles de un hombre inseguro, egoista, gruñón, escaso de asertividad aunque muy resilente eso sí. Hablarles también de un hombre idealista, soñador, introvertido y amante de la vida.
Y tú amor mío, recuérdame toda la vida, pero olvídate del dolor de ese momento, mírame en los ojos de Paula, cógeme de la mano de Candela, y llévame en tu recuerdo hasta la orilla del mar. Pero vive, vive por los dos si alguna vez parto antes que tú.
Y hacedme caso, que si os lo escribo no es para que tenga luego que recordaros que no seguisteis al pie de la letra de estas instrucciones. Intentaré estar, pero por si acaso no llego a tiempo.
Por eso os doy unas pautas para que vayáis haciendo mientras llego.
Lo primero de todo, me gustaría que no fuerais; os aseguro que no os lo voy a tener en cuenta, no os dedicaré ningún reproche.Pero como sé que no me haréis ni caso, me gustaría que fuera un funeral a la irlandesa. Nada de velar al muerto; reuniros en casa, bebed cervezas, raciones de quesos, muchas variedades de quesos, y besaros, amaros, reíros con mi recuerdo. Os quedará la vida, esa que ya no tendré, y no quiero que desperdicieis ni un minuto en lamentaciones.
Hubo un tiempo que pensaba en dejar dicho que hacer con este cuerpo que aun hoy respira, pero bien mirado, ahora me da un poco igual. Dejo a vuestra elección que hacer con él, hasta podeis llamar a un sacerdote si eso os reconforta.
Eso sí, a pesar de lo dicho, sí me gustaría que me cubrierais con una bandera como último homenaje; pero claro , ¿cual ? Pues ponéis las tres y así no nos quedamos con la duda.
Leed unos poemas, para recordar lo pestiño que soy cuando me empeño en recitaros los que más me gustan. Y poned música por favor, cantad alto , que pueda oiros.
Si este funeral llega demasiado pronto, Dios no lo quiera, arropad a mis hijas, al menos hasta que sean ellas mismas madres, y alcancen ya a saber cual es el verdadero amor, el que rompe el corazón, el que da sentido a la vida, el amor incondicional, el que llega para ya no marcharse jamás. Y no les hableis de un hombre bueno, que como decía mi madre " Dios nos libre de la hora de las alabanzas".Contarles de un hombre inseguro, egoista, gruñón, escaso de asertividad aunque muy resilente eso sí. Hablarles también de un hombre idealista, soñador, introvertido y amante de la vida.
Y tú amor mío, recuérdame toda la vida, pero olvídate del dolor de ese momento, mírame en los ojos de Paula, cógeme de la mano de Candela, y llévame en tu recuerdo hasta la orilla del mar. Pero vive, vive por los dos si alguna vez parto antes que tú.
Y hacedme caso, que si os lo escribo no es para que tenga luego que recordaros que no seguisteis al pie de la letra de estas instrucciones. Intentaré estar, pero por si acaso no llego a tiempo.
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