Mis ojos vuelven a ser los de aquel niño que se tapaba en la cama para no ver a Papá Noel en esta noche. Vuelvo a ser aquel niño rodeado de padres y abuelos, de luces y serpentinas, feliz como solo los niños pueden serlo. Vuelvo a estar con ellos, aunque ellos ya no están conmigo.
Ahora mis ojos vuelven a llenarse de luz, mis manos se entrelazan con otras pequeñas manos de niñas, y mi corazón vuelve a latir al compás de aquellos villancicos que mi madre me enseñó.
De nuevo abro los regalos dispuesto a pasar jugando todos estos días que vendrán, y volveré a dejar para el último día los deberes del colegio.
Seré, soy, un niño más disfrutando de la magia de estos días. ¿Te vienes conmigo a la calle a jugar?
Feliz Navidad.
Iñaki.Rocio.Paula. Candela.
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