Sé que me volverás a regañar por gritar a los cuatro vientos que soy inmensamente feliz.
Sí, que me resisto a dormir por la noche para que el sueño no interrumpa la vida.
Me volverás a decir que despertaré envidias insanas , que puedo ofender a quien no disfruta del día.
¿Cómo se puede disimular la euforia?
¿Cómo las ganas de vivir?
¿Cómo puedo callar mi voz y no salir a la calle a gritar que estoy vivo?
Sabes que no siempre fui feliz, pero sabes que siempre busqué entre las ruinas de la vida un tallo de flor, y retiré los escombros que la cubrían para que le llegara la luz del sol.
Sabes que soy feliz recordando otras alegrías y soñando con quizá inexistentes utopías.
Nada volverá a ser como antes , hay historias que no se repetirán, pero nos queda la impronta de su sensación, nos quedan aquellas canciones que al volverlas a escuchar nos montan en su grupa y nos llevan volando a recoger del desván aquellos besos, aquellas risas galopando por las calles de Madrid, levantando adoquines de las grises calles para buscar la arena de la playa.
Sabes que me pierdo entre las brumas del invierno, que dejo caer inerme mi cuerpo. Entonces de nuevo la vida atraviesa como un rayo mi cuerpo y salgo a la calle a gritar tu nombre. La vida está llena de cajas de sorpresas que hemos de abrir con la ilusión de un niño bajo un abeto.
La vida es una sucesión de fiestas , a las que no siempre somos inventados. Pero debemos ir a todas, y decidle al portero que no estamos en la lista, y que aun así vamos a entrar porque nadie nos puede impedir vivir la felicidad.
Qué corta es la aventura. Más corta aun si eres feliz. Corre, sal , no te pares a pensar si lo haces o no. Hazlo. Si te equivocas, habrá una nueva caja que abrir. Si no la abres, otro lo hará por ti. Que sean solo los muertos los que no abren cajas de sorpresa. Que sean solo los muertos los que no viven la vida.
Sí, que me resisto a dormir por la noche para que el sueño no interrumpa la vida.
Me volverás a decir que despertaré envidias insanas , que puedo ofender a quien no disfruta del día.
¿Cómo se puede disimular la euforia?
¿Cómo las ganas de vivir?
¿Cómo puedo callar mi voz y no salir a la calle a gritar que estoy vivo?
Sabes que no siempre fui feliz, pero sabes que siempre busqué entre las ruinas de la vida un tallo de flor, y retiré los escombros que la cubrían para que le llegara la luz del sol.
Sabes que soy feliz recordando otras alegrías y soñando con quizá inexistentes utopías.
Nada volverá a ser como antes , hay historias que no se repetirán, pero nos queda la impronta de su sensación, nos quedan aquellas canciones que al volverlas a escuchar nos montan en su grupa y nos llevan volando a recoger del desván aquellos besos, aquellas risas galopando por las calles de Madrid, levantando adoquines de las grises calles para buscar la arena de la playa.
Sabes que me pierdo entre las brumas del invierno, que dejo caer inerme mi cuerpo. Entonces de nuevo la vida atraviesa como un rayo mi cuerpo y salgo a la calle a gritar tu nombre. La vida está llena de cajas de sorpresas que hemos de abrir con la ilusión de un niño bajo un abeto.
La vida es una sucesión de fiestas , a las que no siempre somos inventados. Pero debemos ir a todas, y decidle al portero que no estamos en la lista, y que aun así vamos a entrar porque nadie nos puede impedir vivir la felicidad.
Qué corta es la aventura. Más corta aun si eres feliz. Corre, sal , no te pares a pensar si lo haces o no. Hazlo. Si te equivocas, habrá una nueva caja que abrir. Si no la abres, otro lo hará por ti. Que sean solo los muertos los que no abren cajas de sorpresa. Que sean solo los muertos los que no viven la vida.
Comentarios
Publicar un comentario