Salí un día a pasear por la vida. Soy solitario y nunca camino solo. A cada paso la gente me sonríe. No hay lugar para la pena cuando la alegría lo inunda todo. La felicidad era esto. Saber que nunca caeré en el abismo sin una mano que me agarre y me rescate de la sima. En la vida fui tomando decisiones, aparentemente inconexas, que me han traído hasta aquí. En alguna de esas encrucijadas, estuviste tú. Y tu presencia fue determinante para mi futuro.
Podría fingir que fui dueño de mi destino. Que nada influyó en mi camino. Pero no es así. Sin tu presencia en mi vida, la vida no habría sido ya vida. Tu abrazo me enseñó a vivir.
Nunca olvido a quien fue importante en mi vida en algún momento o en la infinitud de todos los momentos.
La vida es alma. El alma que se llena de corazones como el tuyo.
Comentarios
Publicar un comentario