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El bautizo civil

Este es el nombre popular de lo que en realidad se denomina Ceremonia Civil de Otorgación de carta de ciudadanía.
Hoy, en Numancia de la Sagra, el Pleno Municipal ha aprobado el reglamento por el que se desarrollará esta ceremonia en este municipio. Si la memoria no me falla, somos el segundo municipio de la provincia de Toledo y el tercero de Castilla la Mancha donde se aprueba. Para todos aquellos que nos consideramos laicos es un momento histórico.
Pero el Alcalde y alguno de sus concejales se lo han tomado a chanza. Les ha debido de parecer algo snob, propio de unos ateos acomplejados que quieren imitar a la Iglesia.
Les aclararé unos conceptos. Desde que el mundo es mundo, es decir, mucho antes de que Simón se convirtiera en la piedra sobre la que Jesús edificó su Iglesia, los seres humanos e incluso homínidos, celebran la llegada al mundo de los nuevos miembros del clan con ceremonias de acogida; del mismo modo, celebran ceremonias de funeral y duelo, y como no, de emparejamiento. No es este , por tanto , un invento cristiano, ni mucho menos católico.
Los seres humanos necesitamos no solo vivir en Sociedad, sino sentir que formamos parte de esta Sociedad, y queremos integrar en la comunidad a los nuevos integrantes de la familia con un festejo. Este no es patrimonio exclusivo de ninguna Iglesia ni creencia.
En cuanto a si se trata de un esnobismo, diré que esta ceremonia data de los años posteriores a 1789 en la Francia republicana posterior a la Revolución fraguada en La Bastilla. Así pues no se la ha inventado el bueno de Zerolo, aunque sí ofició el primer bautismo civil en la ciudad de Madrid, al hijo de Cayetana Guillen Cuervo, si no recuerdo mal.
Todos hemos asumido ya como normal el Matrimonio Civil, y podíamos atacarlo de la misma manera que al Bautizo Civil : ¿Qué necesidad hay de hacerlo ? Vayan los novios al juzgado o al despacho del Alcalde, firmen el documento, y a casa a cenar una tortilla. Pero no, todos queremos celebrar los hitos de nuestra vida de alguna manera, porque lo necesitamos como especie social que somos.
Así pues dejemos que los que somos padres ateos, agnósticos o simplemente laicos, celebremos la llegada al mundo y por ende a la Sociedad de nuestros hijos como buenamente queramos.

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