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Un mes apasionante

Un día de junio, le propuse a Pablo asistir a la presentación de la candidatura de un compañero que me transmitía muy buenas sensaciones. Se trata de Pérez Tapias, le dije; es el decano de la Facultad de Filosofía de Granada y forma parte de Izquierda Socialista, no sé nada más de él.
Llevo tiempo buscando mi espacio político; decepcionado muchas veces por el que es mi partido por ideología y fundamentos, no encontraba el acomodo definitivo en otras formaciones del espectro de la izquierda; ni siquiera la irrupción de nuevas opciones crecientes como la espuma lograba llenar mi espíritu socialista de ilusión.
Y lo tenía en casa, en la habitación de al lado, tan cerca de mí, y tan desconocida hasta ahora
Aquel domingo, tomando un café en La Central antes de ir a la presentación,  entró él, acompañado sólo de un periodista; a los pocos minutos entraron también Beatriz Talegón y quien supimos después que era Vicent Garcés. Al terminar , nos acercamos y le dijimos una frase que le hemos repetido en varias ocasiones, y que Pérez Tapias siempre recuerda con una carcajada: " venimos  a escucharte desde Toledo".
Cuando nos ve, siempre exclama "hombre, los de Toledo . Apareceis en cualquier esquina " Su altura política es enorme, pero su humanidad, su cercanía, su cariño es inmenso, infinito.

En aquel primer acto, no escuchamos ni una sola consigna mediática, ni una frase electoral, ni una sola alusión a lugares comunes que arrancan el aplauso fácil. Le escuché con la boca abierta, tan abierta como se me iba abriendo el corazón, mientras se llenaba de aquella lección magistral de lo que debe ser el socialismo. Nunca, y digo nunca, había oido un discurso político tan perfecto como aquel. Si no dejé escapar las lágrimas fue por que no estaba en mi casa, sólo. Después, lo he hecho hablandole a mis más cercanos lo que aquellas palabras supusieron para mí. Podía haberle dicho lo que muchos enamorados exclaman : ¿Donde has estado todo este tiempo ?

Ese mismo día, Pablo y yo , militante y simpatizante, nos propusimos constituir una plataforma de apoyo en Toledo. Con nuestros precarios medios, sin estructura, sin contactos , nos pusimos a trabajar en las redes sociales. Así conocimos a los compañeros del resto de Castilla La Mancha. Asi fuimos entablando contactos con la coordinadora federal de IS; así nos incorporaron al grupo de redes sociales del Equipo Tapias; así colaboramos en el equipo de diseño de la campaña, en el que contamos con la inestimable e impagable ayuda de mi otro Pablo. Así nos sentimos partícipes de este sueño que íbamos tejiendo entre muchos y muchas socialistas que buscábamos reubicar al partido en la izquierda, en la defensa de valores un tanto cubiertos de polvo por el "ahora no toca " ; defendimos el federalismo, el republicanismo, la laicidad, el feminismo, la ecología, la apertura del partido a la sociedad, para que ésta lo utilice como herramienta transformadora y emancipadora.

Hace dos semanas, solicité mi ingreso como militante afiliado al Partido Socialista Obrero Español. Para seguir defendiendo estos valores, valores que defendieron muchos y muchas antes que yo, hasta el punto de entregar sus vidas, dejándolas en el exilio, en muros agujereados por balas, o en cunetas ignominiosas.
Por ellos, por ellas, y también por los que ahora no tienen nada salvo miseria, por los que solo les queda la resignación, por los que no tienen ya voz que alzar. Por los débiles, por los marginados, por los humillados, por los que confiaron en nosotros y nada recibieron. Y para recuperar lo mucho que hicimos en esta historia de España, y mucho de ello no hace tanto tiempo, y ahora nos es arrebatado por esta derecha sectaria y cruel. Por todo ello, y porque Jose Antonio Pérez Tapias me devolvió la ilusión por este proyecto, sigo gritando que estoy orgulloso de ser socialista en el Partido Socialista Obrero Español.

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