Evidentemente la bandera rojigualda no es de derechas ni de izquierdas; pero es la bandera de un Estado monárquico. Del mismo modo, la bandera tricolor no es de izquierdas ni de derechas;pero es la bandera de un Estado republicano. Cualquiera de las dos es legítima, pero evidentemente son antagónicas, no se puede convivir en ambos Estados a la vez.
Y cualquier proyecto político debe definirse en un sentido o en otro. Se puede dar legitimidad a una forma de Estado sin por ello perder el derecho a perseguir un cambio democrático de modelo de Estado.
Se me dirá que el PSOE es un partido accidentalista , es decir, al que le da igual la forma de Estado , porque lo que le importa es la transformación de la sociedad, sea bajo una monarquia o bajo una República . Y eso era así en el momento de su fundación , en el que podemos decir que el PSOE era lo que hoy llamaríamos un partido antisitema, entendiendo por sistema la alternancia de liberales y conservadores en el Gobierno, tanto de aquella Monarquia como de la I República, considerada por entonces una República burguesa. Por eso el PSOE era accidentalista en su origen. Pero no quiere decir que lo tenga que seguir siendo ahora; también era una partido marxista, y mirar donde estamos. Así que no me vengan con el cuento del accidentalismo.
Por otro lado, de haberlo sido , no habría tomado parte por ningún bando en la Guerra Civil, ni habría participado en los distintos gobiernos republicanos. Total, si somos accidentalistas.....
Pero no fue así, y muchos militantes socialistas tomaron partido, y los que no murieron, fueron fusilados, y los que no encarcelados, y los que no exiliados, donde la mayoría murió pensando que alguien retomaría su bandera ideológica para restablecer la legalidad.
Y de nuevo alguien me dirá que ya estamos a vueltas con el pasado y no con el futuro. Pero contestare que si yo hubiera sido un maestro , militante del PSOE, elegido alcalde de mi pueblo, y fusilado por ser estas tres cosas durante la Guerra Civil, desearía que mis actuales compañeros de partido, defendieran aquello por lo que yo morí.
Está en su derecho mi Secretario General de enarbolar la bandera que representa al actual Estado español, de monarquía parlamentaria. Pero yo también estoy en el mío de trabajar ideológicamente por el advenimiento de la República, y por cierto, me da igual bajo que bandera sea, como si la quitamos y no ponemos ninguna.
Está en su derecho mi Secretario General de utilizar la bandera como argumento ideológico y electoral. Pero yo habría empleado otros. Nunca he sido partidario de cambios ideológicos para ganar elecciones; prefiero hacer propuestas coherentes con mi base intelectual e ideológica, y si eso no es suficiente para alcanzar el apoyo de la mayoría de los ciudadanos, pues a dar la batalla en la oposición, pero sin traicionar más de cien años de historia.
Milito en el Partido Socialista Obrero Español. Acato las decisiones que se toman por mayoría . Pero no esperéis de mí sumisión ni voto obligado.
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