No nos dejaron lápidas
donde llorar
Nosotras sembramos rosas
En los agujeros que en nuestras tapias
Dejaron sus negras balas.
¿Qué tiempo queda?
Quizá diez.Quizá veinte
Cuarenta a lo sumo.
Ya miro atrás, y el camino es inmenso
inabarcable; mas solo puedo mirar
no me está permitido volver
Sin embargo, ya diviso
no tan lejos, el delta del río
A mi ausencia seguirá un dolor intenso
más tarde un leve recuerdo
Después, ya nada
A mi ser que soy, que piensa
que ríe, que ama, que sueña
que llora, que eyacula
que come y bebe
orina y defeca
dentro de unos años
le será indiferente
haber nacido o no.
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