Ir al contenido principal

Mis ideas

Un día, cada vez más lejano, decidí ser veterinario. es mi profesión y mi pasión. Y no obstante, desde muy joven adquirí el compromiso de implicarme en otras facetas, siempre desde el compromiso social. Cuando tomo la decisión de implicarme en un proyecto, lo hago sin frenos, sin pararme a medir las consecuencias si creo en lo que hago, si estoy convencido de que redundará en mejorar las condiciones de vida de los que son más débiles. Estos ocho meses pasados han sido un claro ejemplo de ello. Han sido apasionantes. Esta aventura, esta nueva etapa de la vida me ha permitido conocer nuevos amigos y amigas , compañeros de sueños. Me ha permitido conocer nuevas facetas de la política, y me ha unido aún más si cabe a mi hermano ideológico,a mi hermano político.Hemos conseguido nuestro objetivo, Pedro Sánchez, su proyecto, su equipo, vuelven a liderar a nuestro partido. Cuando el Athletic ganó una final de Copa al R. Madrid de Di Stéfano y las 5 copas de Europa, se dijo que habían ganado once aldeanos; así ha sido ahora, un grupo de militantes hemos derrotado a la maquinaria del aparato provincial y regional, alcanzado hoy un nuevo éxito en forma de lista de delegados al Congreso Federal, donde somos también mayoría. A partir de ahora, el partido llevará el rumbo ideológico que han decidido los militantes.
Pero este proceso también me ha dejado nuevas heridas, nuevas cicatrices. Consecuencias de cuya gravedad aún no soy conocedor. Lo único que empaña esta ilusión es haber perjudicado a aquellas tres mujeres que son el pilar sobre el que se sostiene mi frágil existencia. A partir de hoy, cuando lleguen a casa estaré esperándolas, cuando se vayan a acostar seré yo quien las arrope, a partir de hoy volveremos a tratar de hacer los pocos deberes que nos quedan juntos. Dicen que soy polémico, pero mas bien yo diría que soy coherente con mis decisiones, de las cuales, casi siempre salgo malparado personalmente.
Pero como decía al principio, soy veterinario. Y ahora toca volver a dedicar todo mis esfuerzos y mi capacidad a mi profesión. He de volver a ponerme al frente de la clínica. Nunca he vivido, ni viviré, de la política. Aquí está mi sitio. Aquí , con esta clínica, cumplí uno de mis sueños. Aquí está mi pasado, mi presente y mi futuro.
Pero jamás renunciaré a la socialdemocracia, a mis ideas y a defenderlas con dignidad y vehemencia.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Nada

 Decidió visitar, un tórrido día de agosto , el que fue su barrio de infancia y juventud. Acudió para recordar aquellos parques en los que aprendió a jugar, aquellos bancos donde besó por primera vez. Iba con la intención de recuperar olores, colores, sabores, sensaciones. Las tiendas, los bares, la farmacia, los columpios, la cancha multiusos.  Así, observó desde la calle las ventanas de las dos casas que habitó en aquel barrio. De una de las casas sintió salir a su madre una mañana para no volverla a ver jamás. De la otra, sacaron entre su hermana y él a su padre moribundo para acompañarle en su postrero viaje. Hay un lugar estratégico en el aparcamiento de la calle desde el que se pueden ver las dos casas.  Pero a los barrios les ocurre como a las personas; no todas envejecen igual. Y tuvo la certeza de que no se trataba de una sensación trasmitida por la canícula. No. Al barrio le faltaba vida. Y eso se palpa. Eso vio en la transformación de las tiendas de alimentación y de los bar

Al futuro

 Yo ya no lo veré cuando ocurra. Ya no estaré aquí. Ni en ningún sitio. Pero tú lo vivirás. Como yo he vivido cosas que no vivieron mis ancestros.  Y no he vivido cosas que ellos vivieron. Ni tú lo harás con las vivencias que yo he tenido.  Tú me recordarás, pero los siguientes "tus" ya no lo harán. Cada uno, en su tiempo. Cada uno, en su vida. Ya no me atormenta no poder vivir lo que tú sí vivirás.  Vivo mi época.  Me preocupa, empero, que tú no puedas vivir ya nada, porque ya nada exista. 

Nosotros y nuestro tiempo

 Itziar, mi psicóloga, de vez en cuando me propone hacer terapia utilizando las matrioskas, esas muñecas rusas de distinto tamaño que se guardan una dentro de la otra. Cada matrioska representa a los distintos individuos que hemos sido en cada etapa de la vida. Estos días estoy pensando mucho en aquel Iñaki que transitaba de la tardoadolescencia a la juventud, ese Iñaki que despertaba al mundo en la Facultad de Veterinaria. Pienso en que la vida no era tan mala entonces, aunque sé que es mi mente la que me hace sentir así, porque solo me recuerda lo hermoso de aquellos días, solo las rosas y no sus espinas.  En gran medida deseo volver a esa época, alejada de responsabilidades. Y otra vez la farsa. Porque teníamos, mi hermana y yo, las responsabilidades que no debíamos tener. Pero mi mente me dice que teníamos todo el tiempo del mundo, que solo era necesario despertar cada día para ser felices, que la vida era placentera, y que todo nos era dado por añadidura. Mi cerebro me dice ojalá